Si Quentin Tarantino leyera este libro, haría una película impresionante. Sí, ya sé que no es manera de empezar a hablar de una novela y menos estando como está en las antípodas del estilo del cineasta norteamericano. Pero es la sensación que he tenido mientras degustaba sus páginas.
El libro de Fayad (al que ya dediqué unas líneas) fotografía los intereses y las relaciones de los miembros de una familia a través de varias generaciones. Y lo hace valiéndose sólo de diálogos. No es un problema. El escritor colombiano teje perfectamente, ese intercambio entre sus personajes, de la información necesaria para que no echemos en falta al narrador en ningún momento.
Me gusta especialmente como estructura el libro. Una primera parte (hasta el capítulo ocho) casi claustrofóbica, en la que nos describe un universo impenetrable, el de la familia y su "negocio", con sus códigos de lealtad, sus relaciones, ... para después abrir las ventanas y regalarnos cuatro episodios antológicos. Antológicos y absolutamente distintos entre sí, que van desde el cosmopolitismo al western casi crepuscular.
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