Texto de la contraportada:
"Desde la aparición en l967 de Para que no se olvide su nombre, su primer libro de cuentos, las propuestas formales, la conquista de nuevos territorios para la ficción no han dejado de renovar la narrativa colombiana tal como la crítica lo ha reconocido."Después de García Márquez es sin duda alguna Darío Ruiz Gómez el más importante narrador colombiano" ha dicho Peter Schulzse-Kraft. Incorporación del ámbito urbano a través de desconocidos personajes que padecen el shock del progreso y deben afrontar las secuelas existenciales de este desgarramiento sentimental, discriminación, prematura muerte de los ideales. El lirismo de su escritura le permite avanzar hacia nuevas complejidades mientras crecen, desaparecen de escena sus personajes, la ciudad misma lanzada hacia la transitoriedad.
Después del aclamado Tierra de paganos y su "portentosa expresividad", su nuevo libro Crímenes municipales ahonda en el drama urbano gracias a una sabia creación de atmósferas que, sin caer en las manidas recetas del thriller, cada cuento ahonda en las profundidades de unas almas que conocen por anticipado el final que les espera frente a la inhumanidad de una economía criminal. Víctimas y victimarios llegan a descubrir que son parte de una trama para la que el crimen sólo cuenta ya como un mero ajuste de cuentas entre poderes abstractos.
La maestría del lenguaje se transforma en visión sarcástica de unas situaciones irreales donde se objetivan la soledad de la vejez, el aislamiento y desamparo de los débiles o la inutilidad de cualquier forma de amor. Crímenes que son municipales por localizarse en una limitada geografía donde estas afrentas adquieren ante el lector una mayor contundencia moral al ser rescatados de la anécdota para convertirlos en imágenes universales del dolor y la desdicha humanas".
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