Cuesta creer que la misma persona que se puso detrás de la cámara para dirigir "Italiano para principiantes" sea la misma que ha tomado las riendas en la vitalista "An education". Pero es así. La danesa Lone Schering firma este canto a la nueva ola francesa con guión del novelista Nick Hornby.
Basada en la novela autobiográfica de la periodista británica Lynn Barber, "An education" cuenta la historia de una joven adolescente, cuya vida se reduce a estudiar y estudiar para alcanzar el sueño (más de su padre) de ser admitida en la Universidad de Oxford, que se ve seducida por un hombre mayor que ella y el nuevo mundo que se abre a sus pies, lleno de jazz, buenos restaurantes y viajes.
Esa chica es Jenny, brillantemente interpretada por una adorable Carey Mulligan (que se va a cansar de coleccionar comparaciones con Audrey Hepburn) que cambia de registro a medida que su personaje se va transformando con una facilidad pasmosa. Su sola presencia llena toda una pantalla ansiosa por escudriñar cada rasgo de la joven actriz. Desde ya me declaro fan total suyo.
Junto a Mulligan, un reparto incontestable. Desde Peter Sarsgaard (dando el tono perfecto del seductor y bon vivant) hasta el gran Alfred Molina (con cuya sola presencia basta para definir un personaje), pasando por Rosamund Pike (perfecta en un papel poco agradecido y que puede resultar engañosamente facilón), Cara Seymour (con una gran exhibición de interpretación gestual), o una puntual, pero contundente, Emma Thompson.
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